La Mirada del Otro (III)

El miedo a ver la muerte cerca. El miedo a la repetición de aquello horrible. El miedo a que el odio se convierta en fuerza y que la fuerza sea pura violencia. La mirada del otro se asusta, mariposea aquí y allí, y encuentra más miradas de otros. «Tranquila, no te preocupes. No se puede hacer nada. No te metas en problemas innecesariamente. Es su problema, no el tuyo.» Hablan las educadoras de los niños que mundean. Las palabras aparece, suena, pero no hay oyentes.

Als die Nazis die Kommunisten holten,
habe ich geschwiegen;
ich war ja kein Kommunist.

Als sie die Sozialdemokraten einsperrten,
habe ich geschwiegen;
ich war ja kein Sozialdemokrat.

Als sie die Gewerkschafter holten,
habe ich nicht protestiert;
ich war ja kein Gewerkschafter.

Als sie mich holten,
gab es keinen mehr, der protestieren konnte.

1 comentaris:

Anònim ha dit...

Independientemente de la lengua que emplees para hablar, es más provechoso hablar con los perros que con las personas (escuchan más).