La mujer oso

Leo que existe una asociación de homosexuales que reivindican su virilidad masculina, ya que están hartos de la imagen de metrosexuales que tienen los homosexuales. Como respuesta, se han agrupado todos los hombres homosexuales, peludos y barrigones del mundo para demostrar que también existen hombres oso dentro del colectivo homosexual. Por supuesto, la entrada al club está vetado a los heterosexuales, metrosexuales y mujeres (por muy lesbianas y peludas que sean).
La gran sorpresa (o no) es que nadie, que yo haya leído, ha criticado la asociación en cuestión como sucede cuando las feministas se quejan de la imagen de la mujer. En este caso, se les dice a las disconformes que si descontento viene dado por su condición de gordas, feas y envidiosas. Sin embargo, no he podido ver la misma valoración de estos señores. A nadie se le ocurrió que el disgusto de los homosexuales de esta asociación sea el resultado de una serie de complejos que compartan colectivamente.
Parece, además, que las reivindicaciones no sean estúpidas y ridículas. Pero tengo la certeza de que no ocurría lo mismo si en vez de hombres fueran mujeres las protagonistas. Imaginaros una asociación de mujeres heterosexuales que cansadas de aguantar la imagen de mujer obsesionada con su físico, decidieran demostrar al mundo que existen mujeres heterosexuales, gordas, viejas y peludas (de hecho toda mujer, en tanto ser un mamífero, es potencialmente peluda). Igual que en el otro caso, este club tampoco podrían entrar los h homosexuales, los hombres y las mujeres depiladas. ¿Pueden deducir la reacción de la muchedumbre?