Amor y Violencia

- No te creas tan especial. De pequeñas todas escribíamos cartas de amor al niño de delante.
- Yo no escribía cartas de amor al niño de delante.
- Pues al niño de detrás.
- El de detrás le metía hostias.
- ¿De verdad? Bueno, viene a significar lo mismo.

Hablar por hablar, decir por decir, dando palos con la lengua sin querer habían empujado la pieza de un rompecabezas invisible, espeluznante e irreconocible en ese momento. Aflorando desde las profundidades la mala educación que nos imponen libremente, sin preguntar, tragando de la mala leche social y asocial, suicida y homicida, habían dado en el clavo: se ama hostiando y hostiando vas amando. Con esa feliz idea, siendo dos mujeres, sonriendo, cambiaban de tema, olvidando parcialmente lo dicho.